Esta es la pregunta con la que suelo empezar los cursos sobre el plan de respuesta a la emergencia, un plan que la Organización de Aviación Civil Internacional exige a los operadores de líneas aéreas de los países que son miembros. Este plan hace parte de un sistema de seguridad integral.
La meta de Cero Accidentes es una necesidad, nadie planifica ni siquiera medio accidente, esto es lógico; sin embargo, hay que estar conscientes que ninguna aerolínea está libre de riesgos y los peligros están a la orden del día. La pregunta que nos debemos hacer ahora es: ¿estamos listos para pensar fuera de la caja?
Se considera que en promedio los costos directos e indirectos que tienen las aerolíneas tras un accidente son de +/- 480 millones de dólares, a esto se le suman las pérdidas humanas, que son consideradas como invaluables. Pero sobre todo se ve comprometida la lealtad de los clientes y el futuro de la aerolínea.
Un plan de atención a emergencias detalla por escrito las acciones que deberían adoptarse después de un accidente y designa los responsables de cada acción. La finalidad de un plan así es asegurar que exista una transición ordenada y eficiente de las operaciones normales a las de la emergencia. Por este motivo es tan importante hacer simulacros periódicamente, en los que en coordinación con las autoridades aeronáuticas se puedan repasar los roles que cada entidad cumple.
Es un pre requisito pensar y actuar de forma segura en la aviación, pero cuando una disrupción significativa ocurre en la operación, debemos estar listos para responder frente a ella.
Cristina Alarcon
Instructora de SMS